Disculpen mi ausencia, se que no tengo justificación pero les dejo este artículo que me encanto ... Hoy un muy buen amigo me pregunto: " ¿Has sentido algún día que si te mueres, ese día todo estará bien?" justo lo que le respondí fue que desde hace al rededor de dos meses que fue cuando inicie a amarme y amar al mundo estoy segura de que si yo muero todo estará perfectamente bien, aunque jamás he tenido miedo de morir, no me arrepiento de nada en mi vida y no me he quedado con ganas de hacer nada, mi vida va exactamente como debe de ir, es sólo que no quiero morir todavía, todavía tengo cosas hermosas por vivir y miles de aprendizajes por experimentar, asi que quiero seguir viviendo!! Por favor vivan su vida, disfrutenla, recuerden que todos tenemos un tiempo diferente para todo, nunca es tarde ni temprano, siempre es en el momento perfecto!!!
PACIENCIA... UN SECRETO EN EBULLICIÓN
No es la paciencia uno de mis mejores dones... he impacientemente quiero ser paciente... y lo quiero ya!!... asi que solo me queda reírme de mi misma... y respirar... y volver a respirar. Esta historia que aquí les dejo nos muestra los preciosos frutos que nacen de la quietud y la confianza de esperar el momento perfecto y reconocer que no sabemos cuando ese momento llegará... asi que a los impacientes de seguir respirando... los acompaño.
Un día decidí darme por vencida... renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi vida. Fui al bosque para tener una última charla con Dios. "Dios", le dije. "¿Podrías darme una buena razón para no darme por vencida?"
Su respuesta me sorprendió... "Mira a tu alrededor", él dijo. "¿Ves el helecho y el bambú?" "Sí", respondí. "Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuide muy bien, les di luz, les di agua.
El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla del bambú. Sin embargo no renuncié al bambú. En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante y nuevamente, nada creció de la semilla del bambú. "Pero no renuncié al bambú" dijo él. En el tercer año, aun nada brotó de la semilla del bambú. Pero no renuncié" me dijo.
"En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla del bambú. "No renuncié" dijo. "Luego en el quinto año un pequeño brote salió de la tierra. En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e insignificante.
Pero sólo 6 meses después el bambú creció a más de 20m de altura. Se la había pasado cinco años echando raíces. Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.
"No le daría a ninguna de mis creaciones un reto que no pudiera sobrellevar". Él me dijo. "
¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando, realmente has estado echando raíces?" "No renunciaría al bambú. Nunca renunciaría a ti. No te compares con otros" me dijo.
"El bambú tenía un propósito diferente al helecho, sin embargo, ambos eran necesarios y hacían del bosque, un lugar hermoso".
"Tu tiempo vendrá" Dios me dijo. "¡Crecerás muy alto!"
"¿Qué tan alto debo crecer?" pregunté. "¿Qué tan alto crecerá el bambú?" me preguntó en respuesta. "¿Tan alto como pueda?" Indagué.
Nunca te arrepientas de un día en tu vida. Los buenos días te dan felicidad. Los malos días te dan experiencia. Ambos son esenciales para la vida. Continúa ...
La felicidad te mantiene dulce, los intentos te mantienen fuerte, las penas te mantienen humano, las caídas te mantienen humilde, el éxito te mantiene brillante.
Pero sólo Dios te mantiene CAMINANDO ...
Hermosiiisimooo, me encantó la introducción...bueno y por supuesto todo lo demas, una gran enseñanza...
ResponderEliminarLety.